PAISAJES AMPLIADOS_ cuando eso que está pasando está más cerca de lo que pensamos
Una vibración casi imperceptible es una investigación performativa alrededor de las exposiciones programadas durante el primer semestre del 2023 en el CA2M.
Durante este período de tiempo pondré en diálogo mis prácticas artísticas con los diversos aspectos, tanto éticos como estéticos, que se despliegan en las exposiciones del museo, con el objetivo de articular acciones o acontecimientos que sirvan de disparadores, amplificadores, conectores y disrruptores en la experiencia del visitante.
Así mismo, me dispongo a crear las condiciones necesarias, y a mi alcance, para que el visitante pueda explorar otros imaginarios que alimenten y/o afecten su subjetividad, se sienta cómodo en la generación de un pensamiento crítico vinculado a su acción y movimiento, despertando su sensibilidad desde un posicionamiento corporal, espacio-temporal, expandido y accesible.

Foto Paulina Chamorro
Mis prácticas artísticas son híbridas y contaminadas. Provengo de la música y las artes escénicas (teatro y danza) que mezclo frecuentemente con filosofía y audiovisuales. Metodológicamente, las acciones, objetos o acontecimientos que construyo no siempre pueden ser etiquetadas debido a sus grados de contaminación disciplinar. Esto puede confundir a más de alguno. No obstante, estos procedimientos me permiten que cada pieza pueda ir encontrando una forma propia y pertinente a los materiales con los que dialogo sin los límites y convenciones disciplinares.
Entiendo los proyectos artísticos como investigaciones que se extienden durante períodos de tiempo. Cada proyecto necesita su propia metodología y protocolos. Escuchar y atender a los puntos de partida y acompañar aquello que va surgiendo o adquiriendo una o varías formas, me permite comprender qué es lo puede surgir de esos intercambios. Es así que dentro del proceso pueden surgir distintos objetos, como una acción o una publicación susceptible de ser compartido a través de nuestros cuerpos y sensibilidades, no solo porque es evidente, sino también para iluminar eso que subyace.

Foto Paulina Chamorro
Entiendo una exposición como un conjunto de potencias presentes en distintos estados, más o menos visibles. Esta coexistencia y simultaneidad supone mantener abierto el proceso de escucha y creación. Implica posponer el resultado final lo más posible, de manera que las acciones resultantes nazcan del continuo desenvolvimiento con el medio.
Pienso que una exposición es un campo magnético constituido por innumerables flujos y reflujos a los que podemos acceder sin restricciones si sabemos suspender nuestras resistencias. Un paisaje que siempre nos invita a habitarlo con toda su incertidumbre, no para sentirnos seguras creando una idea de control, más bien para practicar orientarnos en la desorientación. No suelen ser lugares para ser interpretados o revelados. Más bien son lugares dónde podemos ver la inmensa potencia de lo opaco, de lo que dice sin decir. También lo entiendo como un espacio escénico, como un coreografía que se crea mientras la vamos recorriendo, donde no está claro dónde comienza mi cuerpo y termina la coreografía, dónde la codificación como sinónimo de convención puede ser subvertida, dónde se encuentran ficción y realidad para crear una tercera cosa que conocemos como experiencia estética.
La primera exposición con la que tomé contacto en el mes de enero fué ANIMALES QUE AGUANTAN EL PESO DE CARGAS MISTERIOSAS EN ENTORNOS CREADOS POR FUERZAS EN OPOSICIÓN, de Jon Mikel Euba.

Foto CA2M
Tuve la fortuna de conocer a Jon y realizar junto a él dos paseos a través de su exposición. En cada uno de ellos, Jon y yo fuimos conversando sobre lo que era evidente y lo que subyacía en su exposición. Jon, con mucha generosidad me regaló dos sustanciosos paseo conversados.
Recordé que en el año 2019, todos los domingos quedaba con un amigo pintor, extranjero como yo, a pasear y charlar en el Museo del Prado. Este hábito se prolongó casi un año. Recuerdo que me resultaba placentero caminar sin más, dejándonos llevar por la temperatura de las salas de exposiciones o por algún color. Estar rodeados de imágenes complejas y estímulos sensoriales estimulaba nuestras palabras, empujándolas desde nuestras zonas más desconocidas. Incluso creo que el paisaje de imágenes que nos rodeaba se volvía acuoso humedeciendo todo lo que entraba en contacto con el.
Justo dos meses antes, había realizado otra performance para el proyecto Bosque Real, en la que por primera vez utilicé el sonido en formato de audio-recorrido, para abordar un site specific en el Parque del Retiro.
Bien, para esa performance la herramienta había adquirido un forma específica. La pregunta ahora era si para estos otros materiales y contexto qué forma adquiriría. Así que pensé en profundizar la práctica con esa herramienta.
¿Y si paseamos y charlamos?

Foto Paulina Chamorro
El dispositivo se organiza como un audio-recorrido que simula una conversación que pasea, estructurada principalmente en preguntas separadas por silencios, que como pausas, tienen por objetivo estimular un pensamiento sensible y situado entre el cuerpo y el espacio, introducir un ritmo lento que afecte tanto al cuerpo como a la capacidad de crear vínculos entre el imaginario y lo real, entre lo material y lo inmaterial.
Una vista desorientada que busca la potencia de “no saber” mientras se pregunta ¿qué me hace este paisaje?

Foto Paulina Chamorro
Desde el punto de vista corporal, tenía interés en que el visitante fuera consciente de su cuerpo para propiciar un estado atento y escuchante mientras visita la exposición. Deseaba que además practicara una proxémica expandida, por la cual hacemos consciente que los espacios son lugares donde se organizan las distancias y se determina qué puede estar cerca -al alcance- y qué no. Todo tiene una proxémica determinada por el contexto y por aquello que está en esa relación.
¿A qué distancia estás del objeto más cercano?
¿Y si este paisaje y tu cuerpo fueran un continuo que se confunde el uno con el otro?
¿Cuál es la distancia entre tu juicio y tu goce?
Por último me interesaba sobremanera proponer otro tiempo para estar entre los materiales de Jon. Él mismo me había hecho ver la contradicción que existe en los museos, que por una parte invitan a ver y contemplar obras que son mundos, y por la otra, ofrecen una experiencia en constante desplazamiento que impide entrar en aquello que se nos presenta. Una obra y toda su complejidad no se aborda de un vistazo, requiere tiempo. En el día a día practicamos un consumo veloz del tiempo para producir todo lo que hay que producir de manera eficiente. Quizás esta sea la razón por la que vamos encadenando períodos en los que sentimos intensamente un vacío existencial, porque solo estamos deslizando la yema del índice sobre el mundo., como dice Bifo-Berardi. No tenemos tiempo para empaparnos con las cosas, para introducirnos en una espacio y dejar que nos absorba y afecte. Quería ofrecer tiempo para contemplar, tiempo para dejar que esa vibración casi imperceptible que emite este paisaje de Jon pudiera infiltrarse a través de nuestras cavidades.

Foto Paulina Chamorro
¿Qué significa estar orientado?
¿Cómo empezamos a saber o a sentir dónde estamos, o incluso a dónde vamos?
¿Cómo sabemos hacia qué lado girar para llegar a nuestro destino?
Orientarse implica alinear el cuerpo con el espacio.
Lo que me propongo a continuación es crear una acción para la segunda exposición con la que entré en contacto titulada Infraestructura de Xavier Zalaberría y vincularla al recorrido que comienza con Jon Mikel Euba.

Foto Sue Ponce_ CA2M
Aquí el primer punto de partida es la piedra de 5mil kilos que forma esta exposición y que se encuentra situada en un espacio de gran altura que por sus dimensiones afecta a la obra y al visitante.
El segundo punto de partida surge al final del primer recorrido que hacemos con visitante en la exposición de Jon. El recorrido termina con una conversación. En esa conversación, una mujer dijo que de pequeña jugaba a saltar piedras como juego. Esa mención desató mis recuerdos y me hizo recordar que de pequeña yo amaba las piedras.