¿A dónde se dirige un cuerpo cuando sale de la disciplina? ¿A qué obedece?
Toda desobediencia se articula a partir de una serie de gestos de obediencia.
El dogma de la obediencia se simienta sobre un primer acto de desobediencia.
Proyecto de investigación y creación sobre la potencia de la obediencia-desobediencia
Equipo: Daniel Carretero y Paulina Chamorro
Colaboración en curso desde septiembre de 2019.
La disciplina modela la coreografía del cuerpo social y mueve las relaciones individuales y colectivas, los gestos y acciones. La introyección de formas sofisticadas de control y autocontrol tienen como finalidad que nuestros cuerpos y conductas actualicen el funcionamiento de las dinámicas sociales. Toda disciplina normaliza, regula y desactiva la capacidad de responder fuera de lo previsible. Hemos interiorizado este funcionamiento al punto que es complejo contradecirlo y casi imposible distorsionarlo. Pero en algún momento, como un temblor, se manifiesta una disrrupción, otro gesto/acción con la potencia de suspender momentáneamente la disciplina, porque toda disciplina insinúa un conflicto inmovilizado al interior mismo de su mecánica. ¿Cómo son esos gestos/acciones disrruptivos? ¿Son efímeros? ¿Conscientes? ¿Qué aspecto tienen? ¿Dónde y cuándo aparecen? ¿Qué dicen de nosotros, de la perpetuidad de nuestras conductas, de la inflexibilidad de nuestras coreografías diarias? ¿Tienen acaso la potencia de desactivar la servidumbre de nuestros cuerpos? Deseamos reflexionar estéticamente sobre lo que experimenta el cuerpo cuando agrieta la coreografía disciplinar, el exceso de obediencia y sumisión y el debilitamiento de la creatividad crítica que construye estrategias que afectan esas conductas y modifican el contorno. Pero también queremos explorar qué hay antes, debajo o tras la disciplina, ¿a dónde va un cuerpo cuando sale de la disciplina? Queremos merodear en las coreografías cotidianas y en las que son parte del imaginario visual; en los cuerpos disciplinados y en su capacidad de desobedecer; en el lenguaje audiovisual y sus posibilidades expandidas en el espacio; en la acción misma de filmar o escuchar lo que la palabra no dice, lo que le cuerpo no hace, lo que la luz no deja ver. Queremos encontrarnos con una pieza que pregunte cómo las conductas habituales conviven con la emergencia de gestos y acciones disruptivas. El objetivo de la pieza será conectar con la pulsión que puede suspender el autocontrol para vislumbrar la posibilidad de proliferar en todos los sentidos y en todas las direcciones.